El sonido del teléfono
irrumpe en su pesadilla y la ahuyenta. Otra noche que lucha por
destrozar su mandíbula. Sigue sus notas pero no lo encuentra. Da
igual, será propaganda. Vuelve a la cama. Que mono está durmiendo.
Y entonces, mientras se acerca, su cuerpo siente como aún tiene
todas sus caricias grabadas en la piel. Pequeñas cosquillas la
rodean. Se estira a su lado y él la abraza aún dormido. Con lo
pequeña que es la cama y les sobra la mitad. Vuelve a despegar,
destino al mundo de los sueños.
Las doce. Ella, con
destino al infierno. Montada en ese cacharro que los lunes odia y los
viernes ama. Dos raíles que le alejan de él. Lágrimas. Maletas
llenas de ropa. Vacaciones en un bolsillo junto al billete de sólo
ida, gastados y a punto de ser enterrados en un cajón. El sol
sonríe. Ella no.
¿Dónde se han ido los
paseos de invierno con la mano en su bolsillo? Sabe que sus sombras
aún permanecen en esos portales, los que un día llenó de lágrimas
y otros de amor. Mil rincones que fueron tan suyos y de nadie más
por unos instantes. Y es que a su lado parecía todo tan fácil...
si le envolvía la oscuridad él le mostraba el camino. Sus palabras
acariciaban cada latido.
Cierra los ojos. Los
vuelve a abrir, y no reaparece. Cuantas veces esperó que, como una
ave Fénix, el amor resurgiera de esas cenizas. Y ahora solamente
quedaba una chispita que de vez en cuando le hacía pequeñas
quemaduras en el corazón. A veces se preguntaba como no se cansaba
de latir. Tantos años repitiendo el mismo movimiento, lleno de
cicatrices y arañazos.
Aparece un ángel. No lo
esperaba especialmente, pero le roza poco a poco con su ala cada pequeña herida y parece
que todo es un poco más fácil. Ya no cuesta tanto respirar. Ya no teme tropezarse. Él cree en ella. Le da todo lo que
necesita para aguantar toda la eternidad. Y lo más importante de todo, tiene esperanzas de alcanzarla.
Y cuando te olvido
apareces. Oigo noticias tuyas a menudo. Te busco a veces sin querer.
Te encuentro en sueños para volver a perderte y perderte y perderte.
Miro al calendario pero nunca va hacia atrás. Amor. Fugaz y eterno.