16 d’octubre del 2014

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Avui ha arribat. Tant esperar que passés el temps i, per fi, he tornat a sentir que no tinc pressa. Tinc els meus plans i objectius de cara al futur, i també moltes incerteses, però no tinc por. Sé que el que hagi de ser, serà.
Ara vull saborejar els moments que em deparen i estar al teu costat. Vull construir poc a poc les bases del nostre "nosaltres" i, quan arribi el moment, ampliar-lo una mica més. Mentrestant, sé que et tinc a tu, que m'entens i m'acompanyen en el meu camí i en les meves decisions. Mai ningú m'ha acceptat tant com tu i estic preparada per donar-te el que m'agradaria donar-te.
M'agrada el que faig i no faig amb tu, les nostres aventures i les nostres tardes al sofà. M'encanta que ens cuidem quan més ho necessitem i els petits detalls altruistes que cada vegada valoro més. Adoro que siguis el meu dia a dia i no et canviaria per res. Sempre he sapigut que vas aparèixer en el meu camí per fer-me feliç, però m'omple d'alegria saber que has vingut per quedar-te. Gràcies per tot una altra vegada.

Avui, ahir, demà. I demà, avui serà ahir. Però hi haurà un altre demà. Sempre n'hi haurà un altre.

16 de setembre del 2014

Arrancarlo todo de cuajo

Casi por milagro conseguí lidiar con MI pasado. Un pasado dentro del cual no puedo evitarte. Pude borrar las nubes que me nublaban constantemente el corazón y acabar de coser unas cuantas cicatrices mal curadas. Decidí que, para seguir adelante y dejar de sufrir ahora, tenía que borrar todo lo que sufrí anteriormente. Y así lo hice. Vacié mi historial y me propuse volver a empezar. Pero cometí un gran error. Quise quedarme un pedacito de ti, del amor que sentí, por miedo a no poder volver a sentirlo nunca más por nadie. Pensé que podría esconderlo en un rincón, tal y como había permanecido durante años. Pero entonces llegaste tú, tan brillante y sonriente como siempre, desprendiendo simpatía. Ahí vi que, sin querer, había vuelto a perder. Cada sonrisa era como el abono más fértil del mundo y ese pedacito escondido empezaba a sacar sus raíces, de cada caricia emanaban hojas y ese beso... ese beso, la primera flor. Que tonta fui… Si hui de él por lo malo, ¿qué me iba a detener ahora que ya no estaba? Solo había dos caminos, dejar que se instalara a su aire o arrancarlo todo de cuajo. 

14 de febrer del 2014

Vaivén de corazones

Carreteras. Vías de tren. Edificios. Camas. Ropa. Sábanas. Una línea en el tiempo que solamente tiene una dirección pero un espacio limitado que se repite día tras día, semana tras semana.
Niños. Conocimiento. Futuro. Libros. Gatos. Corazones. Un vaivén que odio, amo, necesito y detesto, que me falta y me sobra.
Lucha. Lluvia. Tormenta. Calma. Paz. A veces estás tan lejos que quedas nublado en mi mente. A veces estás tan cerca que te unes a mi cuerpo. A veces no te encuentro estando a mi lado o no te busco cuando no estás.
Fuego. Sofá. Hogar. Un santuario con mantas bajo las estrellas dónde no importa nada más que ese mismo instante.
Luciérnagas y hadas en la magia más pura de esos instantes que erizan la piel. Cada última noche a tu lado, llena de esperanzas e ilusiones. Ojitos brillantes de pequeños pero grandes proyectos.
Brindo por esta noche, igual de irrepetible y especial que todas. Por todas las nubes que después dejan entrever los rayos de sol y forman los más preciosos momentos del día. Por cada palabra que no nos atrevemos a decir. Por todos los besos que te niego. Por todos los segundos en los que te echo de menos. Por ti. Por mi. Por este vaivén de corazones.